La majestuosa presencia de Al-Mutanabbi en su estudio

Al-Mutanabbi se yergue frente a su escritorio de madera en un oscuro estudio de la era abasí. La cámara lo captura desde un ángulo frontal ancho y ligeramente bajo, mostrando toda la habitación con paredes de piedra iluminada solo por una lámpara de aceite parpadeante. Pergaminos, pergamino y una olla de tinta abierta están esparcidos por el escritorio. Detrás de él, una estrecha ventana arqueada revela una franja de luz de luna. Su capa se cubre suavemente detrás de él, inmóvil en el aire tranquilo. El ambiente es tranquilo, reflexivo y cargado de propósito. La composición es equilibrada, con una cálida luz dorado-naranja que cae sobre el escritorio y sombras profundas que agregan contraste. Cámara: lente gran angular, ángulo bajo, luz de lámpara dorada suave, tono cinematográfico cálido e histórico.