La soledad de un niño en la orilla
Una evocadora fotografía en blanco y negro que captura la soledad y la contemplación de un niño pequeño parado en la orilla. El niño se recorta contra un cielo dramático, lleno de nubes oscuras y rayas de luz que se abren paso. La paleta monocromática agrega una calidad atemporal a la imagen, enfatizando la profundidad emocional de la escena. La composición está cuidadosamente enmarcada, con el niño colocado fuera del centro, creando una sensación de equilibrio e interés visual. La lente gran angular utilizada para la toma realza la grandeza del paisaje marino, enfatizando la inmensidad del mundo en contraste con la pequeña figura del niño.

Audrey