Un retrato hiperrealista que fusiona el Art Nouveau y el horror cósmico

Un retrato hiperrealista alucinante de una mujer con penetrantes ojos de zafiro y labios como un rubí fundido. Su piel brilla con un brillo etéreo y bioluminiscente, que se fusiona a la perfección con una red caótica de circuitos pulsantes iluminados con neón que crepita con energía cruda. El fondo es un vórtice arremolinado de patrones fractales y arte de fallas, con chispas de electricidad que se arquean a través del lienzo. El ambiente general es una fusión de art nouveau y un toque de horror cósmico, con texturas increíblemente detalladas e iluminación de otro mundo que desafía las leyes de la física.