Un majestuoso dragón se eleva a través de la niebla y la luz etérea
Un majestuoso y enorme dragón con cabello negro barrido por el viento y alas intrincadamente escaladas se eleva a través de una niebla ambiental, su piel pálida contrasta vibrantemente con un fondo de humo blanco arremolinado y luz etérea. Inspirada en las obras de Andrei Riabovitchev, JohnnyD, Massimo Caggese, Peter Mohrbacher y otros, la escena emana una sensación inquietantemente intrincada y cinematográfica, que recuerda a una sesión de fotos de alta costura con iluminación y sombras dramáticas. El dragón asume una pose llamativa en medio de una atmósfera densa con capas de fantasía oscura tribal y simbolismo ortodoxo, el escenario abarca un sentido de realismo mágico capturado en una exquisita resolución de 8k. La composición general es hiperdetallada y ricamente maximalista, invitando al espectador a un mundo donde la realidad se desdibuja con lo fantástico.

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