Retrato hiperrealista de una mujer afroamericana
Un retrato hiperrealista y surrealista de una mujer afroamericana con un afro naranja de estilo natural, que encarna una estética mod de los años 60 y 70. Su forma está elaborada a partir de conjuntos de Mandelbrot y Julia, triángulos de Sierpinski, que se fusionan a la perfección en brillantes copos de nieve de Koch y estructuras fractales recursivas en forma de árbol. Su cabello largo, salvaje y rizado de color naranja fluye hacia afuera en zarcillos fractales, brillando con tonos neón pastel que se mezclan con los patrones infinitos y alucinantes que la rodean. Sus penetrantes ojos azules irradian un resplandor interior, anclando el caos que se arremolina a su alrededor. Lleva intrincados patrones de ilusión óptica en blanco y negro que crean un efecto hipnótico e hipnótico. Entrelazados en la escena hay holofractales holográficos de Mandelbrot en tonos de verde, verde azulado y oro amarillento, arremolinándose y brillando como hologramas cósmicos, rompiendo y complementando las ilusiones en blanco y negro con un ambiente elegante y futurista. Estos fractales pulsan con luz iridiscente, agregando profundidad y un borde de ciencia ficción a la composición. La escena está bañada en una luz suave y radiante que acentúa las texturas cristalinas de vidrio líquido de su cuerpo fractal, refractando arcoíris iridiscentes a través de la composición. Detrás de ella, una expansión cósmica se despliega con brillantes gradientes de colores pastel y reflexiones infinitas, evocando un reino de ensueño y psicodélico. El estilo fusiona el hiperrealismo con el arte fractal, con detalles nítidos e intrincados y una atmósfera luminosa y divina. La paleta de colores estalla con vívidos pasteles, blancos brillantes y verdes y verdes holográficos, creando una profundidad infinita de otro mundo llena de belleza y mística.

Eleanor