La gasolinera solitaria y los lobos blancos
Una gasolinera solitaria se encuentra en las afueras de una carretera desolada, con su letrero de neón parpadeando bajo un cielo oscuro y tormentoso. El automóvil sedán rojo está estacionado junto a la bomba, su motor aún en funcionamiento. La joven sale con cautela, escaneando la zona. Un aullido lejano resuena a través de la noche, y pronto, tres lobos blancos emergen de la oscuridad circundante, su aliento visible en el aire frío. Se mueven en silencio, su pelaje brillando bajo la tenue luz de la estación, sus ojos llenos de una inteligencia conocedora. Un momento tenso y tácito pasa entre la mujer y los lobos.

Jack