Un sorprendente retrato de una mujer fulani-chechena en blanco y negro
Una impactante fotografía en blanco y negro captura a una mujer fulani-chechena de 24 años con una elegante complexión de nadadora, su expresión imbuida de una sensación de asombro curioso. Su forma esculpida cuenta con brazos firmes, piel lisa y músculos tonificados, con abdominales sutiles y un pecho plano. Su piel clara tiene un brillo natural, reflejando delicadamente la luz y dando vida a los poros y la textura finamente enfocados. Sus ojos en forma de escudo, un tono de gris pálido sutil, están enmarcados por pestañas largas y elegantes, mientras que sus cejas son tupidas con una curva suave, que complementa sus refinados rasgos faciales. Lleva sudaderas con capucha en capas y patchwork con cremalleras expuestas, que revelan su abdomen, junto con jeans en dificultades con cortes irregulares. Su cuerpo está ligeramente girado, con una mano metida en un bolsillo, colocado de acuerdo con la regla de los tercios. En el fondo, las columnas de metal fracturadas soportan un techo, proporcionando un intrincado tapiz que recuerda al estilo de Viviane Sassen.

Gabriel