El encantador viaje de Emma Watson a través de los salones eternos de Hogwarts
En los grandes salones de Hogwarts, donde la magia permanecía en el aire, Emma Watson caminaba con gracia, la luz parpadeante de las antorchas se reflejaba en sus ojos llenos de curiosidad y asombro. Vestida con un uniforme escolar de Hogwarts elegante pero ligeramente modernizado, completo con toques sutiles y personales que reflejaban su estilo único (un delicado encanto fijado a su corbata, el guión de un amado libro entintado discretamente en sus puños), navegó por los pasillos con una sensación de nostalgia y emoción. Su presencia, simultáneamente estudiante y visitante de un mundo donde la magia se hacía a través de historias, insufló nueva vida a las antiguas paredes de piedra como si reconocieran a un espíritu afín que, de alguna manera, las había traído a la vida para millones.

Aubrey