La estación espacial al borde de un agujero negro en una escena de ciencia ficción
En una escena infundida de ciencia ficción, una estación espacial gigante flota en el borde de un agujero negro giratorio, su disco de acreción brillando en tonos azules y púrpuras proyectando sombras a través de su desmoronada estructura metálica del siglo 32. La estación tiene una estructura redondeada y torres de cristal que albergan jardines de plantas extrañas que brillan en verde y amarillo. El daño gravitacional del agujero es evidente en los cables expuestos y las pantallas rotas que parpadean alertas rojas, mientras que pequeñas naves espaciales similares a insectos intentan escapar, algunas son arrastradas a la oscuridad. En su corazón está el protagonista: un humano con un traje espacial inteligente y un escudo de energía azul, flanqueado por un robot araña que repara el cableado y un alienígena plateado con ojos y brazos de cristal que se transforman en herramientas. El peligro proviene de seres de energía transparente que manipulan los sistemas de la estación. Las pantallas holográficas del holograma mapean el agujero negro, mientras que las armas láser disparan rayos rojos para repeler a las criaturas. En la sala de control, un núcleo cuántico giratorio, parecido a una bola de cristal, dispara chispas eléctricas. La atmósfera es una mezcla de oscuridad y resplandores en forma de disco, con medusas metálicas nadando en gravedad cero, graffitis misteriosos en las paredes y gotas de sangre alienígena negra pegajosa flotando después de una batalla. ¿La historia oculta? Un experimento secreto para extraer la energía del agujero negro ha desatado a los "Protectores de Agujeros", seres míticos que protegen las leyes de la física de la manipulación humana

Jayden