La leyenda de la hechicera del norte en el reino etéreo

En el reino místico que se encuentra justo más allá del alcance del último abrazo del sol, donde el frío del norte se entrelaza con el encanto de un mundo cargado de cristales, reside una figura de leyenda. Este es el dominio de la hechicera del norte, una bruja cuya esencia es tan gélida como los vientos helados que esculpen su trono ártico. Aquí, en esta extensión etérea, el concepto de frío trasciende la mera temperatura; se convierte en una fuerza tangible, un compañero amargo que susurra los secretos de un desierto intacto. Bajo el resplandor celestial de una luna llena luminosa, la cascada melódica de una cascada proporciona un telón de fondo sereno a su presencia. El curso de agua, una cinta de plata líquida, baila sobre piedras antiguas, su canción es una canción de cuna atemporal que resuena con el pulso de la tierra