La misteriosa aflicción del caballero de armas
La Bella Dama sin Misericordia ¡Oh, qué te puede doler, caballero de armas, ¿Sola y pálida merodeando? que se desgarra del lago, Y los pájaros no cantan. ¡Oh, qué te puede doler, caballero de armas, ¿Tan demacrado y tan desgraciado? El granero de la ardilla está lleno, Y la cosecha está hecha.

Pianeer