Un pequeño hombrecito dandificado y pintoresco con gran dignidad
Apenas medía más de cinco pies y cuatro pulgadas, pero se comportaba con gran dignidad. Su cabeza tenía exactamente la forma de un huevo, y siempre la posaba un poco a un lado. Su bigote era muy rígido y militar. Incluso si todo en su rostro estuviera cubierto, las puntas del bigote y la nariz con punta rosada serían visibles. La pulcritud de su atuendo era casi increíble; sin embargo, este pequeño hombre pintoresco y dandifuso que, lamenté ver, ahora cojeaba mal, había sido en su tiempo uno de los miembros más célebres de la policía belga.

Jacob